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HACER EJERCICIO

Hacer ejercicio es una de las principales recomendaciones de los doctores, de hecho en nuestra época escolar recibimos de manera obligatoria una asignatura llamada educación física. En ocasiones puede ser la asignatura favorita de muchos estudiantes. Uno de los motivos es que al practicar actividad física el cuerpo genera sustancias químicas que nos hacen sentir bien. Sin mencionar la diversión de compartir con otras personas.

Entonces ¿Por qué dejamos de incluir la actividad física en nuestra rutina diaria?

Uno de los principales argumentos es la falta de tiempo; hemos creado un paradigma alrededor del ejercicio en donde creemos necesitar dos horas completas para que “valga la pena” el esfuerzo. Y la sorpresa es que no, no necesitas destinar tanto tiempo, lo más importante es que tengas el hábito de moverte diariamente, o por lo menos tres veces a la semana. Si no tienes mucho tiempo, media hora es mejor que nada. Ese tiempo muchas veces lo inviertes en mirar alguna de tus redes sociales.

Para incluir un nuevo hábito en tu vida, sólo necesitas decisión. Hacer ejercicio es una de las actividades que más pereza da iniciar, sin embargo es una de las más gratificantes. Cuando haces ejercicio te sientes espléndido, empiezan a cruzar por tu mente pensamientos más positivos, te sientes más fuerte, y por lo general, piensas que fue una buena idea y que seguramente al día siguiente te obligarás a hacerlo nuevamente, porque sabes que se siente muy bien estar activo.

Es importante tener en cuenta que la actividad física está más relacionada con el bienestar que con la vanidad. No se trata del resultado físico solamente, se trata de salud, de prevenir enfermedades cardiovasculares, de resistencia física y de estabilidad emocional. Puedes ponerte una faja o someterte a procedimientos que mejoren la apariencia de tu cuerpo, sin embargo no vas a recibir los beneficios inherentes a la actividad física.

Dale prioridad a tu bienestar. Hoy en día encuentras en Internet un centenar de rutinas para realizar en casa, no necesariamente debes inscribirte en un gimnasio, claro que si tienes el tiempo y la posibilidad, será más sencillo adquirir la disciplina.

Personalmente amo correr al aire libre, sin embargo me adapto muy fácil a la actividad física en casa. Si tienes un lazo ya tienes una “máquina” de entrenamiento. Has uso de la creatividad y recursividad para adaptar este hábito a tu vida.

¿Cómo incluir este hábito?

Lo primordial es tener la determinación. Escribe las razones por las cuales te conviene esforzarte para mantener este hábito, y cada vez que quieras desistir, recuérdate esas razones. Ten en cuenta que en un mes ya será parte de tu rutina y no tendrás que pensar en lo difícil que es iniciar. Si te cuesta cumplir tus propósitos, busca un compañero de ejercicios, ya sea virtual o presencial, lo importante es que sientas ese compromiso. Destina un horario para esta actividad si te es posible. Levantarte media hora antes puede mejorar tu día.